sábado, 3 de octubre de 2009

Sabina


Es el gato que sobrevivio a mi vecina -su dueña- es como un reloj , no la oigo en ningún momento del día , de echo pensé que había muerto o la habían regalado , pero ha cogido la costumbre de maullarme todas las tardes cuando salgo para el trabajo .¿Sera qué tiene hambre la pobre y sabe que voy a un sitio con mucho pescadito?
Su dueña es la primera persona a la que vi tratar con marihuana para paliar sus enfermedades, ni ella misma lo sabía , pero se enfrentaba a un cáncer terminal que descubrieron demasiado tarde. Regentaba la típica tienda de pueblo que vendía de todo , ropa, electrodomésticos, comida...y que te fiaba hasta que cobrases y les pudieras pagar.
Con fama de engañarte , lo cual no es cierto , ella te echaba una mano , y de paso se ayudaba a si misma.Presa de la obligación de la tienda desde niña -y según creo de un amor no correspondido-se caso cuando rondaba los cuarenta y nunca tuvo hijos , pero a cambio tenía un batallón de sobrinos que desfilaban por allí ya que varios de sus hermanos vivían cerca.
Adicta a la lectura y amante de la pintura su gran pasión hubiera sido viajar pero nunca tuvo valor para hacerlo ella sola , cosa que me reconocía cuando yo le hablaba de los sitios donde había estado aún así se las arreglo para viajar a Thailandia antes de ser demasiado anciana para viajar.

2 comentarios:

Duffboy dijo...

Al menos tu vecina contó con gente como tú, que la acompañaron en días buenos y malos. Sabina pareciera un ángel felino, lleno de ternura.

Victoria dijo...

Gracias por la visita ¡ me acabas de recordar que tengo pendientes algunas visitas...

Merodeadores

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