martes, 3 de marzo de 2009


Agobiada por el trabajo y las preocupaciones no sabía con exactitud ni el día en que vivía .Esta había sido una navidad triste . Por mucho esfuerzo que puso en llenarlo el vacio la silla de papa en la mesa no había vuelto a llenarse tras el divorcio.Ni siquiera la llamada suplicando para que viniese esa noche a pasar un rato con los niños lo habían apartado de su nuevo "proyecto".
La pensión de los niños alcanzaba apenas para los gastos mensuales de escolarización y parte de la comida por lo que tras nueve años de inactividad había tenido que volver a buscar trabajo , justo en el comienzo de la crisis con cuarenta cumplidos y dos niños a su cargo.
Los extras en el bar ayudando a servir mesas no daban para mucho así que vio los cielos abiertos cuando le ofrecieron un empleo a media jornada en una tienda .
"No te vayas aún"-dijo el dueño-"tengo algo que darte" . Y muy serio y con cara larga le entrego un sobre."...Tu sabes , la crisis ...las ventas han caído..." .El resto de sus palabras se perdieron en el vacío de la angustia , las manos temblorosas no le respondían ,y sentía una opresión en el pecho que le impedía respirar...necesito valor y coraje para sacar del sobre la cuartilla ."¿verde? ¿los despidos se escriben en papel verde?"-pensó. Y desdoblo con cuidado la misiva para leer en times new roman y tamaño treinta y dos la palabra "inocente".Era veintiocho de diciembre. El dueño reía y la miraba .Ella doblo de nuevo la hoja ,la guardo en el sobre , lo dejo suavemente en el mostrador y salió .Desde la calle podía oír aún la risa.Bajo la cabeza y tragándose la bilis se dirigió a casa.

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